lunes

Droja




Como decía un grupo de Facebook, "yo nunca vi al hombre que regalaba droga en la puerta del colegio".

Como casi todos los de mi generación, lo escuché; incluso en algún momento y a alguna edad probablemente hasta lo busqué... pero nada. Nunca vi a nadie ni siquiera sospechoso, no de llevar droga, sino de regalarla.

El caso es que hoy, muchos años después, lo he encontrado. Lo he visto. Y no a uno, a tres.

Apostados estratégicamente en varias esquinas cercanas a un colegio del centro de Madrid, varios chicos y chicas repartían a los incautos niños del colegio catálogos de la sección de juguetería de El Corte Inglés. Libracos casi tan gordos como el catálogo de IKEA, pero con juguetes.

Si esto no es droga, que baje Lou Reed y lo vea.

En fin, creía que cuando por fin lo avistase sería de otra manera. En realidad es casi igual de terrorífico, pero de otra forma.

En fin, niños, no os droguéis.




Bonus track: y ya que he mencionado al susodicho, al meterme a buscar una imagen del logo verde en Google, mirad lo que me aparece en los destacados de la derecha y he "trincado" de su Facebook.
Hoy ha sido un día muy raro.

viernes

Lennon y mano lenta


Imagino una España en la que los ingleses y alemanes compren pelotas de gomas como souvenirs. 

Donde la moneda sea el IVA, 
- ¿Cúanto vale la remolacha señor?
-  4 IVAS amigo
- Gracias simpático y delgado verdulero.

Imagino una España dónde nosotros no votemos, ellos señalen con el dedo desde un enorme balcón rojo. Donde a final de mes el que menos gane tenga que besarle el culo al presidente del gobierno, en un bello desfile, cual carnaval del amor, en el que las fuerzas armadas nos apunten a nosotros, el pasmado público.

Imagino rifles y cuchillos con jabón desinfectante. Bellas y largas tardes pegando sobres

Imagino un parlamento tan grande que prácticamente ocupe la ciudad. El bello e  interminable desfile de políticos con preciosos pelos esculpidos con gomina y luminosos ipad. Las cálidas sonrisas de algunos que sabían que iba a pasar, lo habían escrito. Imagino los rostros detenidos, en blanco y negro, de cientos de escritores, filósofos, poetas apilados en la librería del hombre que día a día se reirá de nosotros y nos ignorará, como nosotros ignoramos antes a otros

Imagino la playa repleta de gente recordando bocadillos de sardinas frente 
al estrecho de Gibraltar. Imagino Gibraltar español y todos nosotros encerrados dentro



martes

Columpio


Si usted que lee considera que sus actos son importantes ya puede tomar las riendas. Si es de los que considera sus actos minúsculos en el acontecer de los hechos, deje de quejarse, por dios, que no deja pensar al resto.

viernes

Lista



Este blog expresa:

1. Sus miembros aún están vivos y coleando. Quizás el colear tanto les mantiene alejados de este rincón.

2. Este blog no es de opinión, es nuestro.

3. No nos parece bien que Hugo Chávez se muera de cáncer aunque sea un cabronazo padre. Tampoco nos parece de chiste que crea en dios hoy y ayer lo quisiese nacionalizar.

4. Jamás habiamos visto una advertencia del FBI pero encontrarla en una web de descargas era la último que esperábamos. Si bajáis la imagen a vuestro escritorio desde megaupload.com veréis que el archivo se llama Banner.jpg. No diremos más sobre el tema.

5. Pertenecemos al 1o M.

6. Lamentamos profundamente la muerte de personas inteligentes de una generación que desaparece a paladas. Mingote era otro de ellos.

7. Las séptima canción de un gran disco es una grandísima canción.

8. No tenemos opiniones interesantes sobre Lana del Rey, más allá de su parecido
razonable con un personaje de una serie de dibujos animados.

9. Cuanto más acelera, efectivamente, más calentito se pone.

10. Volveremos, pero no sabemos para qué.

martes

Club





En 1987 un joven de Detroit mató a un hombre con su saxo alto Shalmer París serie II. Le arrastró por todo la Avenida Jefferson hasta Iron Street, cuando llegó al puerto lo tiro con fuerza al mar. El cadaver estuvo flotando unas tres horas en dirección Canadá. Cuando llego a las costas del país vecino las autoridades judiciales notificaron su nombre. Charles Alexander Palmer, el que en otros tiempo fue uno de los productores más importantes de Detroit y al que el joven aprendiz de saxofonista no conocía.

Simplificando un poco la situación, nuestro saxofonista mató su oportunidad.

Saxo Alto Selmer París Serie II

Saxo Alto Selmer París Serie II


viernes

<< APLAUSE >> una reflexión pretenciosa.


Yo creo que en el fondo todos esperamos un aplauso. La palmadita en la espalda no cuenta, es técnicamente un aplauso a medias. Queremos un aplauso por algo en algún momento y por cualquier razón. No digo ovación, digo aplauso. Me refiero a una especie de íntima necesidad de darse cuenta que otros seres humanos existen. Osea tú estás ahí moviéndote de arriba abajo, cogiendo esto y aquello, tomando decisiones, pero no escuchas nada. Entonces te quedas mirando a la inmensidad negra del proscenio y esperas. Si el aplauso llega, se rellena el hueco que antes ocupaba la duda.

Luego existe la necesidad de aplaudir. La liberación de reconocer algo como importante, grande, aplaudible. El propio gesto, como si uno se chocase los cinco a sí mismo esquizofrénicamente, representa una descarga de adrenalina. Así que el movimiento de aplaudir está ahí, latente, esperando el momento adecuado, última nota de la canción, silencio del teatro, punto final. Estamos deseando admirar fervientemente a alguien para despejar un poco el miedo existencial.
Eso o somos unos borregos infames que preferimos fiarnos de cualquiera menos de nosotros mismos.

Para eso deben existir los actos de grandeza, para provocar la reacción. Como las grandes palabras, los gestos épicos, los estandartes, exigen un aplauso.

Ese es el aplauso para el líder, un aplauso incondicional y entregado. Ese bello batir de palmas que genera la inercia que permite, entre aplauso y aplauso introducir las órdenes.






miércoles

Ya. parte 1.

Con megáfono negro con botón blanco, en el centro de mi salón exclamo.

No se puede sostener, que los medios manipulan la opinión pública, que los políticos nos mienten a sabiendas, que estamos bombardeados constantemente con información que nos condiciona, nos limita y nos dirige y acto seguido defender que lo que uno piense o haga es indiferente, que la manifestación de los ideales y sueños son superfluos, en resumen, que no importamos a nada ni a nadie y que hagamos lo que hagamos no obtendremos ningún resultado.

Es sencillamente incompatible.